Educación y poesía

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Educación y poesía

Es cierto que la poesía es una aspiración a la belleza, pero también lo es que puede ir más allá, mucho más allá. ¿Que cómo fundamento está opinión? Veamos:

Un lejano día leí en Ortega y Gasset que la poesía es un medio para llegar al conocimiento. Cosa que entonces me sorprendió sobremanera, pero a lo largo de la vida he descubierto que esta afirmación no es en absoluto una ocurrencia gratuita.

Divertimentos

De los dibujos de Martina, que también son divertimentos

Divertimentos

Entre ríos

Si se te acaba el trabajo,
escucha bien, rapaciño,
pues necesitas dinero.
Ven a currar en el tajo,
que tengo yo, porque es miño,
y está a la orilla del Duero.

Río Fontirín

Río Fontirín, Muelas de los Caballeros, Zamora

Río Fontirín

A Patricia y Daniel,

porque en el río han amado a la naturaleza.

-¿Adónde vas, Fontirín,

por esa hondura tan fresca?

-Voy a prestarle las aguas

al Negro, al Tera y al Esla.

Los poetas y los niños

Raquel Aparicio, Lisi Piña Estrada, Daniel Estrada y Patricia Estrada en Albarracín, últimos años 80

Los poetas y los niños

La capacidad de hacer preguntas es una de las cosas en las que consiste ser niño. Y acaso sea también lo que mejor define al poeta. De manera que el poeta y el niño, además de un corazón abierto, receptivo y gigante, tienen en común un enorme signo de interrogación, que es como un hambre continua, un deseo perenne, una sed insaciable de conocimiento.

Fecundidad

Río Fontirín, Muelas de los Caballeros, Zamora

Fecundidad

El río baja de golpe,

la tierra calma lo espera.

Hay un lugar donde se unen

para que nazca la yerba.

La colaga (*)

Patricia, cuando era adolescente

La colaga (*)

La niña va por el miedo

de la colaga.

La noche es sombra.

La luna es vaga.

La brisa mueve en los chopos

un pulpo de ramas largas.

Hálitos

Patio casa familiar, Muelas de los Caballeros. Foto JMPiña

Hálitos

A María Vázquez

Hálitos llevo conmigo

de los jóvenes inviernos

que llenaban la cocina

de familia, de pucheros.

Puente en ruinas

Puente sobre el río Fontirín, Muelas de los Caballeros, Zamora

Puente en ruinas

Es amargo

que a las guerras

sobrevivas

malherido

y que mueras

por olvido

sin embargo.

Mi corazón y mi cuerpo

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Mi corazón y mi cuerpo

Mi cuerpo va por la calle,

mi corazón por el sueño;

los dos me llevan con prisa,

los dos me llevan corriendo.

Embestidas, mordiscos y picaduras

Rosa en la huerta de casa, Muelas de los Caballeros, Zamora

Embestidas, mordiscos y picaduras

A Rosa,

en cuya sangre se ceban los mosquitos.

Mira una vaca, ¡qué susto!

¡qué miedo, mira una víbora!

Decidme, sustos y miedos:

¿quién desplumó a las gallinas?

¡La zorra!

La risa

Rosa

La risa

La risa vino a mi calle

un solo día, una tarde.

Nadie lo supo hasta ahora

¡Nadie!

Yo la miré con mis ojos,

posada sobre los cables.

Después se fue como vino.

Por el aire.

Un perro en la Navidad del 66 o 67

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Un perro en la Navidad del 66 o 67

Un día triste y con frío,

las navidades pasadas,

oí el lamento de un perro

en el umbral de mi casa.

Abrí la puerta y entró,

porque en la calle nevaba,

y se acostó en un rincón

sobre una alfombra gastada.

La aldea

Justel, Zamora

La aldea

Se fueron los hombres,

dejaron la aldea.

Y queda un anciano

que vaga

las calles desiertas.

Se fueron los niños,

quedó la tristeza.

La sufre un anciano

que tiene

cariño a la tierra.

Las dos ramas

Callistemon y pruno, Montiboli, Villajoyosa

Las dos ramas

En mi jardín han brotado

dos ramas de enredadera.

La una apunta a los cielos,

la otra tiende a la tierra.

El amor, el sueño, la fe

Rosa en Muelas de los Caballeros, a mediados de los 70

El amor, el sueño, la fe

- ¿Cuál es el secreto de tus ojos claros?

- El amor

- ¿Cuál es el secreto de tu amor?

- La fe.

Amar

 Una rosa en el Montiboli, Villajoyosa

Amar

Amar

fue la rosa

y el mar.

El tallo verde,

la hoja,

oír al viento silbar.

Luna de papel

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Luna de papel

Se sabe que la luna se ha formado
con trozos de papel enamorado.

A veces tosco, a veces arrugado,
a veces ricamente perfumado.

Mi corazón

Aldaba puerta en casa familiar,  Muelas de los Caballeros, Zamora. Foto M. Estrada

Mi corazón

Mi corazón está atado

al aldabón de la puerta;

paciente como una mula,

callado como una piedra

¿A quién espera?

A nadie.

Tan sólo sueña.

Arbolillo

Foto: Gianella. Cortijo del fraile, Almería

Arbolillo

-Arbolillo del campo:

¿dónde está el ave

que se posa en tus ramas

para cantarme?

¿Dónde fue el pajarillo

de alegre cante?

Tus manos

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Tus manos

No tienen sitio tus manos
entre mis manos.
No tienen sitio.

El río

Río Fontirín, Muelas de los Caballeros, Zamora

El río

Pregúntale, niño, al río,

que corre a ciegas,

la niña de tus ojillos

por qué se apena.

Aires de amor

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Aires de amor

Airecillos vienen,

airecillos van,

por el empedrado,

por el pedregal.

Desde el altozano

que mira el trigal,

se descubre el valle,

se vislumbra el mar.

Por la calle abajo

Rosa

Por la calle abajo

Por la calle abajo,

por la calle arriba,

una vez y otra,

¿dónde va la niña?

Mirada de gato

Un gato en el Montiboli, Villajoyosa

Mirada de gato

A un chico que me miraba

de un modo muy persistente,

le dije que se largara

con las palabras siguientes:

Accidente

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Accidente

Ahí va, la luna, ¡qué leche!

Ahí va, la leche, ¡qué luna!

La policía

venía

de alguna ronda nocturna.

Adivinanza

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Adivinanza

Porque mi nombre es Donoso
y habito una madriguera,
me ronda una compañera
que quiere hacerme su esposo.

Luna de Nochebuena

 

 Chimenea en Muelas de los Caballeros, Zamora. Foto F. Medrano

Ver PPS de Mar:
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Luna de Nochebuena

Por el hueco estrecho
de la chimenea,
se coló la luna
de la Nochebuena.

Esparció sus rayos
por la casa entera,
pero nadie había
que pudiera verla.

¿Cómo es el alma?

Daniel Estrada Corrales

¿Cómo es el alma?

Le dije un día a un muchacho:

muchacho, ¿cómo es el alma?

No sé, me dijo, con ojos

del alma misma que hablaba.

Como tú

Dani y Mariano

Como tú

A Daniel Estrada Corrales

Como tú fui niño, niño.
como tú tenía
cara de ángel bueno.

Y era igual de rubio,
rizo sobre rizo,
todo mi cabello.

Patricia

Patricia, 1979

Hace ya unos cuantos años -cuando aún llevaba pañales-, le escribí a mi hija Patricia este amoroso y entrañable poema. Dormía mucho y, naturalmente, siempre se levantaba con pis. A Martina, su preciosa hija de 6 años, le puede hacer mucha gracia… En cuanto tenga ocasión se lo leo.

Patricia

Dormir.

Patricia es la niña

de eterno dormir.