Río Fontirín, Muelas de los Caballeros, Zamora
El río
Pregúntale, niño, al río,
que corre a ciegas,
la niña de tus ojillos
por qué se apena.
Pregúntale por los brillos
del deshelar.
Si sabe que en los torrentes
en que deshiela
se arrastra el cielo
bajo el cristal.
Pregúntale por el velo
de aquellas fuentes
sobre las piedras.
Por el hoyuelo
del manantial.
Pregúntale al hombre, dile
que el río es limpio.
que tú lo sabes,
que lo has bebido…
¡Que lo has bebido!
¡Que sí, que sí…!
¡Que el río es agua
que nace allí!
Enséñale tú, que vea,
que aprenda a oír.
Que sienta el agua
que se hace río
para morir.
¡Que se hace río
para morir…!
Arrástralo por la fronda
de la ribera,
donde está el río.
¡Que se lo beba!
Y dile que se lo beba
porque está limpio,
porque está limpio…
Porque está limpio.
Que mire y beba,
que beba el río,
que su agua es clara
como los niños.
Como los niños,
como el cristal,
que el río es agua
de manantial.
Pregúntale al hombre, niño,
si el agua es buena,
si el agua es pura,
si se hace amar…
¿Por qué en la niña
de tus ojillos
se desdibuja?
¿Por qué se anegra
corriendo al mar?
Y dile que diga el hombre,
si el rio es agua,
¿por qué da pena?
¿Por qué se enturbia
cuando se encuentra
con la ciudad?
Poesía elemental
Mariano Estrada www.mestrada.net Paisajes Literarios
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