Foto de Fernando Medrano
Poesía elemental. Prólogo
Soy consciente de que la poesía es un plato exquisito
que, sin embargo, casi nadie quiere ingerir. Es algo así como los documentales
de la 2: todo el mundo dice que son muy buenos, pero, si hacemos bien las
cuentas, tendremos que concluir que solo los ven unos pocos.
Y, la verdad, hay que admitir que la poesía no está
entre las prioridades del Homo “mercantilensis”, que es algo así como la
degeneración lenta y segura del llamado Homo
sapiens. También es verdad que entre las enseñanzas que recibimos a lo
largo de nuestras tiernas edades no está precisamente la poesía, o lo está con
ese estigma de hermana menor de la familia literaria que conlleva el sambenito
siguiente: es inútil, pero hay que sacarla adelante. ¿Cómo en un acto de
misericordia?