Dani y Mariano
Como tú
A Daniel Estrada Corrales
Como tú fui niño, niño.
como tú tenía
cara de ángel bueno.
como tú tenía
cara de ángel bueno.
Y era igual de rubio,
rizo sobre rizo,
todo mi cabello.
rizo sobre rizo,
todo mi cabello.
Como tú tenía
ojos inocentes,
pícaros y bellos.
ojos inocentes,
pícaros y bellos.
¡Cómo tú, pequeño!
Como tú tenía
la caricia honda
de unos padres buenos.
Me cuidaban ellos.
Sé que me querían
como yo te quiero.
la caricia honda
de unos padres buenos.
Me cuidaban ellos.
Sé que me querían
como yo te quiero.
Yo era muy pequeño.
Tan pequeño era
como tú lo eres.
Tan pequeño era
como tú lo eres.
Pero bien me acuerdo.
Sé que me querían
como tú me quieres.
Sé que me querían
como tú me quieres.
Tú no lo comprendes.
Pero yo fui niño, niño,
con tu mismo encanto,
como tú de pillo.
con tu mismo encanto,
como tú de pillo.
Y rasgué las ropas
y llevé escalabros
por el mismo sitio.
y llevé escalabros
por el mismo sitio.
Como tú, chiquillo.
Y era igual el llanto,
y era igual la risa,
y era igual el mimo.
y era igual la risa,
y era igual el mimo.
Te pareces tanto
que me digo a veces:
¿no serás yo mismo?
que me digo a veces:
¿no serás yo mismo?
Corazón de potro,
tanto de pareces...
¡Tanto y tanto en todo...!
tanto de pareces...
¡Tanto y tanto en todo...!
Mariano Estrada, del libro Tierra Conmovida (1987)
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