martes, 25 de diciembre de 2018

Embestidas, mordiscos y picaduras


Rosa en la huerta de casa, Muelas de los Caballeros, Zamora


Embestidas, mordiscos y picaduras

A Rosa,
en cuya sangre se ceban los mosquitos.

Mira una vaca, ¡qué susto!
¡qué miedo, mira una víbora!
Decidme, sustos y miedos:
¿quién desplumó a las gallinas?

¡La zorra!

Quien tenga piernas que corra,
yo voy volando en la brisa.

¿Quién ajagó a las ovejas?

¡El lobo!

Entre mordisco y adobo,
solo ajagó a las merinas.
Las churras, como eran viejas,
quedaron para cecina.

Lagarto, mira esa araña
y no la pierdas de vista.
En esta parte de España
quien no te muerde te pica.

Puede picarte un pimiento,
un escorpión, una avispa;
puede morderte una yegua,
un burro, alguna vecina...

El perro muerde si ladra
y si no ladra, mastica.
El que no muerde es el toro,
pero ay de ti si te mira.

¿Adónde vas sin zapatos?

Voy a coger lagartijas.

En el envés de las peñas
sestean las sabandijas.

¿Hay alacranes?

A veces.

Cuando depongas las heces,
cuidado con las ortigas,
los cardos, las zarzamoras,
los toyos y las gatinas.

Hay otros dientes menores,
otros picores
que pican:
mosquitos, moscas, erizos...
En los castaños pellizos,
en los rosales espinas.

¿Hay más picor en el mundo?

La sarna.
Pero esto aquí no se estila.
Son de mentar las cebollas,
los ajos y las guindillas;
los puerros, los sabañones
y algunas otras cosillas:
el pimentón, por ejemplo:
capón, chorizo, morcilla.
Y el humo denso de leña
que sale de las cocinas.


Poesía elemental
Mariano Estrada www.mestrada.net Paisajes Literarios


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