Patricia en Guadalest
Esa niña
A Patricia Estrada
Esa niña,
la que se
viste de espejos
y no sabe
que es un
espejo ella misma.
La que
canta, la que ríe,
la que
llora, la que grita.
La que se
enfada y protesta,
la que
perdona y olvida.
Esa niña.
La que se
mete en las sombras
y enciende
allí sus cerillas,
sus
palmatorias, sus hálitos
y sus
luciérnagas íntimas.
Esa misma.
La que
cabalga en el llanto
montada
sobre sus bridas.
Sobre el
ronzal de los aires
y las
brisas.
Esa, esa, la
que brilla…
La que se
asoma a la aurora
sin sobresaltos,
sin prisas.
Como una
flor, como un brote
que se está
abriendo a la vida.
Esa niña.
La que lleva
entre los labios
el cozarón
de la risa.
Poesía
elemental
Mariano
Estrada www.mestrada.net
Paisajes Literarios
Siempre es grato leerte,amigo Mariano. La poesía es recuerdo;también refugio; es descargar el alma; es mirar de ota manera lo que nos rodea.Es plasmar en estrofas la procesión del pensamiento. Y si todo eso puede transmitirse en palabras, es bendecir el don que se tiene como valor humano. Sin dudas, eres bendecido. Un abrazo lejano y esperanzador. Victoria
ResponderEliminarGracias, Victoria: no había visto este precioso y acertado comentario. Es indudable que tienes alma de poeta. Ya sabes que poeta es tanto el que escribe como el que lee, ambos se necesitan y son complementarios. Y, efectivamente, la poesía es un don, es decir, un regalo. Dice tu paisano Borges que tal o cual verso afortunado no debe envanecernos porque es obra del Azar o del Espíritu y que solo los errores son nuestros. Un fuerte abrazo desde el Mediterráneo.
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