miércoles, 23 de enero de 2019

La voz


Foto tomada de internet sin ánimo de lucro


La voz

Te sigue una voz, una forma,
sus ojos te hieren, te matan.
¿Por qué no te marchas? -le dices.
La huyes, la olvidas y callas.

Así desvanece tu frente
los sueños más hondos del alma.
De día, los días te duelen.
de noche, las noches de matan.

Los días te duelen,
las noches te matan.

Te sigue una voz en susurros,
te llega muy dulce, muy agria.
La oyes, la quieres, la mimas,
la odias, la ignoras, la apartas.

De luz te emborracha los ojos,
de sombra te embriaga la casa.

De luz y de sombra,
los ojos, la casa.

Te sigue una voz, te persigue,
de cielo, de dicha, de rabia.
Te grita, la sientes, la ignoras,
te llama, la quieres, la apartas.

Te duermes, despiertas, te aburres
y encuentras que es vano ignorarla.

Despiertas y sabes
que es vano ignorarla.

Entiendes que incluso los perros
conocen sus días de caza.

Los perros lo saben
y esperan la caza.

Poesía elemental
Mariano Estrada www.mestrada.net Paisajes Literarios

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